Cada vez que tenemos que estrenar sandalias nuestro corazón se divide. Por un lado, está la felicidad que nos genera el simple hecho de estrenar. ¡A todas nos encanta estrenar sandalias nuevas! Pero en el otro lado nos encontramos con el terror, miedo, pánico de no volver a caminar sin dolor en los pies en al menos una semana. Yo, ¿dramática? No sé por qué lo dices… ;)
Tengo que apuntar que esto no sucede siempre, solo a veces, pero el recuerdo de esa sensación suele estar muuuuy presente en nuestro cerebro por los siglos de los siglos.
Pero no te preocupes, en el artículo de hoy te doy las claves definitivas para sobrevivir al roce de las tiras de las sandalias y que no tengas que volver a buscar en Google: ‘me hacen daño las sandalias’.